martes, 7 de julio de 2015

LA RELIGIÓN COMO ELEMENTO TEÓRICO VIVENCIAL DE LA COSMOVISIÓN.




COMENTARIOS AL TEMA: “LA RELIGIÓN COMO ELEMENTO TEÓRICO VIVENCIAL DE LA COSMOVISIÓN”

ü  Cosmovisión

El ser humano con el simple hecho de pretender formar parte de una religión ya asemeja una cosmovisión, y por su parte la misma religión manifiesta su propia cosmovisión: serie de actitudes que practica una persona. La religión son expresiones vivenciales. A través de la religión las creencias pasan a formar parte de su vida.

ü  La vivencia y la naturaleza de lo religioso.

La religión es objeto de estudio a partir del siglo 19, actualmente se considera una ciencia notablemente desarrollada, existe diversidad y se usan técnicas descriptivas y deductivas para elegir una religión. Desde la fenomenología la religión va más allá de una relación con dios. Las personas buscan un fin último más que una divinidad.

ü  Relatividad y conocimiento.

El ser humano suele a relacionar los fenómenos “Sobrenaturales” con la religión, y a sobrenatural nos referimos a los hechos a los que no encuentra explicación o en su caso no tiene el conocimiento requerido para describirlos y comprenderlos desde un punto empírico.

No hay religión sin lo sagrado, es decir que no hay religión sin un símbolo al cual adorar, como por ejemplo la cruz. La experiencia con lo sagrado vivifica el conjunto de diversas manifestaciones de la vida religiosa. Ésta se presenta como el conjunto de las relaciones del hombre con lo sagrado. Las creencias las exponen y las garantizan. Los ritos son los medios que aseguran su práctica.

Nos dice que la actitud religiosa es relativizar este mundo, es decir, que algún fenómeno a cambio que no nos podamos explicar a través del razonamiento, lo relativizamos como algo divino. Lo religioso seria cuando el hombre intuye que lago lo sobrepasa,  o sea, que cuando el hombre ya no sabe cómo explicar los fenómenos, los asume como un asunto divino, por ejemplo los milagros.

La esencia de la religión

La religión se relaciona con el hombre y su salvación, la creencia religiosa comienza con lo inexplicable de las cosas. No puede ser religión si no hay a quien adorar, en la religión vemos lo sobrenatural como algo sagrado. La religión es una vivencia, para el racionalista la fe es inferior. La razón y Fe son necesarias para tener una religión. La religión es el alma de las culturas.

La religión forma un papel importante.  Es la determinación y conservación de los valores que son inculcados en la familia. Es capaz de penetrar, elevar, dignificar y fecundar todos los niveles personales y sociales.

Dentro de la religión se concibe una cosmovisión diferente pero cada persona tiene su propia cosmovisión del mundo. De esta manera cada ser humano toma sus propias decisiones sobre la religión a la que quiera pertenecer, pero algo importante para decir que es de una religión es la fe que se tenga y la razón es lo más importante dentro de una religión y es lo que la hace que crezca junto con sus creyentes; la religión no es una teoría que se concibe como la práctica y la vivencia de la misma y de acuerdo a la religión y la fe que se tenga pues de esa manera te encomiendas a todas tus necesidades que tengas o que se te presentan en la vida, pero la fe es la que hace que creas en esa religión. Sabemos bien que desde que nacemos ya pertenecemos a una religión y una vez que seas adulto tu tomas la decisión de seguir en esa misma religión o cambiarte si así lo deseas, pero ya eso depende de la persona y de la fe que tenga a cada religión.

Diversos  tipos de religión

Se presentan varios autores con diferentes posturas al momento de clasificar  la religión,  en algunas solo se requiere que haya sucedido algún acontecimiento religioso para ser considerada como religión, como las religiones reveladas, en otras necesitas tener un contacto con un ser divino y comunicación con él, como lo es la profética, en otras solo se busca un crecimiento personal, como lo  postula H. Dummery en su teoría de religión natural. También existen las religiones estáticas, que son las que te impone la sociedad o cuando por  ejemplo le tememos a la muerte, o las religiones dinámicas, que es donde se inventa una historia en la cual creer a causa de nuestra creatividad  e inteligencia para contar dicha historia.

Por otra parte también tenemos las religiones sapienciales, que es donde no cabe ningún acontecimiento supersticioso, divino o mágico. Esta se deja llevar más bien por el lado de la ciencia.  Que al mencionarlo nos hace pensar que la ciencia estuvo peleada con la religión, porque cada postura defendía sus términos, y lo que no puede explicar la ciencia lo explica la religión, de ahí tanto embrollo y disputas entre ellas. No quiere decir que la ciencia se oponga a la enseñanza religiosa. Simplemente, intenta evitar que el pensamiento religioso se confunda con el científico. Mientras que la religión se basa en conocimiento revelado, recibido directamente de la divinidad, por medios que no pueden expresarse a través de la razón (el creyente sabe que sabe, aunque no sepa cómo lo sabe), la ciencia produce conocimiento sobre la naturaleza, y para ello se basa en la observación, la experimentación, la discusión y el razonamiento lógico (el científico cree saber, aunque sí sabe por qué cree lo que cree).

Aunque las religiones pueden cambiar, su naturaleza les impide evolucionar, en el sentido en que sí lo hace la ciencia: encontrando explicaciones nuevas y mejores que continuamente sustituyen a las antiguas. Los dogmas religiosos, en cambio, son verdades eternas que no pueden ser refutadas.

Mientras que la religión se basa en la fe (creer en algo sin necesidad de pruebas), en ciencia el escepticismo es un valor central: para aceptar algo, se requieren necesariamente pruebas convincentes. Por ello una educación científica, que fomenta el escepticismo, puede chocar con la formación religiosa, que valora y promueve la fe.

Al final, mientras que la ciencia se limita a estudiar el mundo natural, la religión abarca no sólo el mundo físico, sino también el de lo espiritual. Para fines científicos, no hay razón para suponer que exista nada más allá del mundo físico; la ciencia es, por necesidad, naturalista, y de entrada desecha cualquier suposición que involucre fenómenos sobre-naturales.

En realidad, ciencia y religión no son enemigas, aunque sí son distintas y quizá, en gran medida, incompatibles. Lo cual no quiere decir que una busque eliminar a la otra. Después de todo, tampoco el arte ni el amor son, afortunadamente, explicables desde un punto de vista racional y científico.

Es de considerar que al final de cuentas cada uno debería creer en la religión o creencia que más le convenza. 

El hombre como animal religioso.

Desde un punto de vista antropológico se considera al hombre como un ser “religado” es decir, relacionado con el absoluto.

La religión, tal como su nombre lo indica, asegura un vínculo entre el hombre y el universo en el cual reside.

En el hombre se unen el conocimiento y el amor como vías de acceso a la realidad; cuando tal acceso llega al máximo nivel lo conocemos como “misterio”.  Éste entonces constituye el fin último del deseo humano hecho pregunta.  Por ello, si queremos acceder a él, lo debemos hacer mediante el amor, ya que está cerrado al saber puramente intelectual.

Han existido sociedades sin arte, sin ciencia y sin filosofía, pero ninguna ha existido sin religión. Se considera que ésta es el alma del mundo, la cual anima toda la cultura, junto con la filosofía, la moral y la poesía.

Se ha dicho que el hombre es religioso por instinto, en realidad lo es por necesidad.  La religión le sale como el respirar y como el movimiento.

Discusión de la necesidad humana de la religión.

Según Bernard, la religión, la filosofía y la ciencia son tres cosas que no pueden destruirse una y otra, al contrario se perfeccionan y subsisten. Aunque esto no es posible para algunos científicos, considerada como una crisis de fe cultural, llamada así porque como bien dice M. Mencarelli: “La ciencia no resuelve el problema del hombre, no resuelve su misterio; y el hombre queda con la necesidad de dar una respuesta radical a su existencia.” Es por ello que hoy en día puede ser difícil comprender el motivo por el cual estamos aquí, porque entre más estudios se tengan, se cree más en los hechos reales que comprueba la ciencia y se deja de lado la espiritualidad de la fe, lo que impide tener una noción clara del sentido de la existencia.

Conclusiones:

Se puede concluir, que la vida social no puede concebirse sin una dimensión religiosa, ya que a través de ella es posible analizar el estatus moral que rige una sociedad, así como la cosmovisión que se guarda en torno de ella, lo que brinda una identidad única a los habitantes que en ella residen.

Podemos decir que no hay religiones buenas o malas, o menos válidas e inválidas, simplemente son distintas, así como las sociedades y, por tanto, todas merecen ser consideradas. El problema de las sociedades es que no aceptan formas alternas de pensamiento, ni reconocen, comprenden y respetan la diferencia; después de todo, el ser humano es distinto en cualquier lugar del mundo.

La religión cobra fuerza como fenómeno cultural debido a que ésta ayuda a construir la personalidad en la infancia y a asegurar la cohesión  social a través de la configuración de un etho[1]s colectivo.

La importancia del estudio de la religión como una dimensión cultural se debe a que ésta es la reproducción de los agentes culturales de una deidad que refleja de forma idílica[2] las características inherentes de los seres humanos y en la que se polariza[3] la acción social por medio de un constructo simbólico en el que Dios aparece como perfecto e ilimitado, mientras que en el otro polo se encuentran las personas como seres falibles y limitadas.

Debemos asumir que la religión acompaña a las sociedades como un elemento sustancial en la configuración del individuo y de su propia identidad, de tal forma que las maneras en que se presenta y se organiza es lo que le dará el carácter de una estructura y de una entidad que formulará parte del accionar social.

INTEGRANTES:

·         José Gabriel Ávila Salazar
·         Claudia Lucía Cabrera Sánchez
·         Mónica Gabriela Campos Canchola
·         Susana González Barajas
·         Carolina González Rincón
·         Jazmín Judith Guerrero Bermúdez
·         Ana Cristina Maya Ibarra
·         Francisco Adrian Méndez Cervantes
·         Lucía Méndez Haro
·         Verónica Oceguera García
·         Luis Ramón Pimentel Rodríguez



[1] Forma común de vida o de comportamiento que adopta un grupo de individuos que pertenecen a una misma sociedad.

[2] Del idilio o relacionado con él.
[3] Dirigirse hacia una cosa o persona determinada.

No hay comentarios.: